miércoles, 28 de julio de 2010

Sorpresa


La primera vez que vi las fotos de los tejones no presté atención a varias de ellas en las que parecía que la cámara se había disparado en falso, bien por una rama o bien por una corriente de aire. La sorpresa fue que al pasar las fotos al ordenador me dí cuenta que había un par de diminutos ojos brillantes en una de ellas.
Se trataba de un lirón careto (Eliomys quercinus) que miraba fijamente a la cámara desde unos dos metros aproximadamente. La siguiente sorpresa fue ver que las fotos se habían hecho en dos días consecutivos en lugar de uno, como parecía en un principio al ver que estaba colocado en la misma piedra. El lirón careto al igual que el lirón gris (Glis glis) es de hábitos nocturnos. Se alimenta de semillas, hierbas, insectos, bellotas, castañas etc… Ocupa multitud de hábitats aunque parece sentir predilección por los bosques de Quercus como su nombre indica. Durante los meses más fríos del invierno, los lirones entran en un estado de hibernación. Para ello disminuye su temperatura corporal y reducen sus constantes vitales al mínimo, extrayendo la energía necesaria para subsistir de las reservas grasas acumuladas en otoño. En las zonas en las que el calor es muy intenso en verano y encuentran dificultades para encontrar comida entran en letargo también, conociéndose este periodo como estivación.

Una curiosidad de ambas especies es que ante el ataque de un depredador pueden desprenderse de la piel de la cola secándose esta después, con lo que es posible encontrar ejemplares sin este apéndice.


Ambas especies de lirones son de los pocos mamíferos que hay en Asturias que aún no he podido ver en vivo; bueno, en realidad ni vivos ni muertos. Son relativamente fáciles de ver en cabañas con poco uso en las que suelen instalarse con frecuencia. De hecho, en el caso de los lirones grises conozco gente que los “sufren” desde hace varios años en las cabañas, criando con normalidad y dándose las grandes carreras nocturnas por vigas, mesa y camas. Sabiendo que están tan cerca es cuestión de animarse a hacer una salida nocturna con una buena linterna y una cámara de fotos a intentar verlos por fin. ¡De estas vacaciones no pasa!….espero.

jueves, 22 de julio de 2010

Melandros

Por fin empieza a dar resultados la cámara-trampa. Hace un tiempo que había encontrado una madriguera que según todos los indicios era de melandro o tejón (Meles Meles).



Entrada de la tejonera

Al menos tiene un par de entradas orientadas al sur y una de ellas con un gran montón de tierra fuera. No hay apenas olor, al contrario que en las madrigueras de los zorros que huelen bastante mal y en las inmediaciones de la misma hay varias letrinas con abundantes excrementos.




Letrinas

La primera semana que coloqué la cámara estaba demasiado cerca del lugar por donde debían pasar los tejones y solamente en una foto se intuía uno que había cruzado a toda velocidad. Cambié de sitio de la cámara y tras dos semanas más de lo mismo; en una foto el animal esta tan cerca que tapa casi todo el objetivo (da la sensación de que se está rascando contra la cámara) y en otra solo se intuye la parte de arriba de la cabeza. Un nuevo cambio de ubicación de la cámara y una semana más de espera. Cuando voy a ver los resultados veo que ha disparado más fotos que en las anteriores ocasiones lo cual es un buen síntoma.




Un tejon...y medio a la derecha

Al ver las fotos compruebo que ha fotografiado a un par de ejemplares que se mantienen a primera hora de la noche en las proximidades de la madriguera.




Tejon

No hay más fotos por lo que es posible que entraran por otro agujero o por el mismo, pero sin que los detectase la cámara.

jueves, 15 de julio de 2010

Molinos

Desde muy antiguo, el hombre ha aprovechado la naturaleza en beneficio propio de manera más o menos sostenible. El aprovechamiento de la fuerza del agua para moler el grano comienza en Asturias aproximadamente en la Edad Media.
Molino de Rellanos
Anteriormente la fuerza que se usaba para moler el grano era la humana o la animal. Los abundantes cauces de agua de Tineo, han sido aprovechados también desde antiguo para esta tarea. Aún hoy en día pueden verse gran cantidad de molinos distribuidos por diferentes ríos de la zona. La forma de explotación de los mismos era bien comunal, donde la propiedad estaba compartida por varios vecinos, los cuales tenían derecho al uso del molino durante varios días al año, o bien tenían un único propietario, el cual solía cobrar en especie, quedándose con una parte del grano que llevaban a moler (la maquila).

Molino en Burgazal

Solamente en la parte alta del río Navelgas y sus afluentes existen actualmente varios de estos ingenios. Algunos son fácilmente accesibles como el existente en Rellanos que aún funciona moliendo trigo y maíz. Antiguamente tenía asociada una turbina que proporcionaba la primera electricidad que llegó al pueblo. Otros están más escondidos y actualmente fuera de uso pero aún conservan el encanto del sitio en el cual se encuentran ubicados.
Molino en el río Colobreiro
Para mí uno de los que más me gustan está situado en el río Colobreiro que desemboca en la margen izquierda del Navelgas en la localidad de Parada. Se entra por un camino que discurre paralelo al río perdiéndose al poco en unos prados.
Cascada
Siguiendo el cauce del río nos encontramos el molino en la margen derecha. Troncos caídos, helechos y musgo dan a la zona un ambiente casi mágico. Unos metros más arriba encontramos una pequeña cascada que refuerza aún más el encanto.

jueves, 1 de julio de 2010

Escapada andaluza

La semana pasada estuve de vacaciones en la zona de La Barrosa, en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Era la segunda vez que viajaba Andalucía tras ir el año pasado con dos compañeros de trabajo a la zona de Andújar a intentar ver linces (Lynx pardinus). En esta ocasión se trataba de playa y relax con la familia, aunque aprovechè una tarde para dar una vuelta por la zona con la intención de ver camaleones (Chamaeleo chamaleon).





Al final y tras más de dos horas dando vueltas por el Pinar de la Barrosa, pinar de pino piñonero con matorrales asociados como ruscos (Ruscus aculeatus), retamas (Retama monosperma), romero (Rosmarinus officinalis), tojo (Ulex australis), coscoja (Quercus coccifera), enebros (Juniperus macrocarpa) etc… en el que supuestamente se podían ver, no hubo suerte. ¡Espero que fuese por que su camuflaje les hace invisibles y no por que en realidad no los hubiese en la zona!. De todas formas la tarde no fue desaprovechada porque cuando estaba mirando unos matorrales, salto un pájaro a unos 50 cms de mí., emitiendo un reclamo y posándose en un camino arrastrando un ala y chillando insistentemente.





Se trataba de un chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis), y al ver su actitud me dí cuenta de que tenía el nido muy cerca. No dí ningún paso más no fuera a pisarlo y al mirar hacia abajo, totalmente quietos, ví dos pollos que se camuflaban en una pequeña depresión del suelo que formaba el nido.




Unas fotos rápidas y salí detrás del adulto que continuaba simulando estar herido mientras se alejaba del nido, arrastrando tras de sí al “peligroso depredador” que le iba haciendo fotos mientras tanto. Por desgracia no llevaba el teleobjetivo por lo que no pude hacerle ninguna foto de cerca. Este comportamiento de hacerse el herido para atraer sobre él la atención de los depredadores ya lo había visto un par de veces con las perdices rojas (Alectoris rufa), en una ocasión en los Pirineos, en Andorra y en otra ocasión aquí en Tineo en la zona de Burgazal. En este último caso, mientras íbamos en coche, encontramos una perdiz con diez pollos de apenas un par de días que intentaban subir por un talud de la carretera con muchas dificultades. Al parar el coche para subirlos, inmediatamente el adulto, que sí había conseguido subir, se tiró a la carretera arrastrando el ala para que lo siguieramos. Tras ayudar al último pollo nos alejamos para que volviera a reunirse la familia.

En esta foto aunque no lo parezca estan los pollos de chotacabras

Volviendo al Pinar, tras el encuentro con el chotacabras, nada más destacable, algún mirlo (Turdus merula) y algún jilguero (Carduelis carduelis). Cuando ya estaba finalizando la excursión, cruzó un conejo de monte (Oryctolagus cuniculus) a toda velocidad hacia una zona donde había visto una madriguera.

Otro día fuimos hasta Sanlúcar de Barrameda para hacer una excursión en barco por el Guadalquivir con parada en Doñana.




La verdad, no se puede decir que decepcionante porque ya me lo esperaba, pero solo es recomendable a quien quiera dar un paseo en barco y no tenga mucho interés en ver bichos ya que lo normal en este tipo de visitas es ver muy poco. Algún milano negro (Milvus milvus), un águila calzada (Hieraetus pennatus), flamencos (Phoenicopterus ruber) que fueron lo más destacable porque nunca los había visto y millones de mosquitos. Al tratarse de un Parque Nacional las visitas son restringidas y sin salirse de las rutas trazadas. Eso sí, los romeros del Rocío tienen carta blanca, aunque como reconocen en la zona sea un desastre para el parque que hay que limpiar durante días con fondos públicos, para que unos cuantos se diviertan y se luzcan a gusto. Es lo que tienen las tradiciones, hay que permitirlas aunque sean una barbaridad. Sin duda en cuanto a fauna resultó mejor el comentado viaje por la Sierra de Andujar del que subiré algunas fotos en otro post.