jueves, 18 de febrero de 2010

Nutrias



La nutria (Lutra lutra) es un mamífero incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna en la categoría de interés especial que recoge aquellas especies que sin estar incluidas en otras categorías, son merecedoras de una atención particular en función de su valor científico, ecológico, cultural o por su singularidad.



Ligada al medio acuático, puede a veces abandonar los cauces de agua para desplazarse en busca de nuevos territorios. Al salir de la seguridad que le proporciona su hábitat típico es cuando más expuesta está a sufrir accidentes como atropellos.



Si se pregunta a los pescadores qué come la nutria, la gran mayoría de respuestas serán truchas (Salmo trutta fario) y salmones (Salmo salar), culpando a esta especie, junto con los cormoranes (Phalacrocorax carbo) y las garzas (Ardea cinerea) de todos los males que sufren los ríos. En un segundo plano seguro que quedarían otros temas como los vertidos de purines, las obras en los márgenes que suelen acabar con la vegetación de la orilla, que además del refugio que proporcionan las raíces aportan gran cantidad de nutrientes al río en forma de insectos que viven sobre esta vegetación y caen al cauce convirtiéndose en alimento para las truchas. Lo que seguramente que nunca afecta, según algunos, es la cantidad de truchas que se pescan de manera legal o ilegal todos los años.



Las fotos que acompañan a este post fueron tomadas en el embalse de Calabazos a medio día, una hora poco frecuente para esta especie de hábitos crepusculares. Se trata de dos ejemplares a los cuales estuve observando por espacio de una media hora. En este tiempo estuvieron jugando en el agua y en la orilla. Mientras ellas jugaban había un martín pescador (Alcedo athis) que se aprovechaba de los peces que espantaban, supongo que piscardos (Phoxinus phoxinus), para cazarlos y comerlos en una rama de la orilla. Finalmente fueron rio arriba en dirección a Soto de la Barca hasta que se perdieron de vista.




jueves, 4 de febrero de 2010

La amenaza de los eólicos


En el Cuarto de los Valles, desde el nacimiento del río Navelgas hasta el pueblo de Rellanos se extiende uno de los valles mejor conservados, junto con el de Tuña, de todo el concejo. Con los picos Mulleiroso, Ablaniego y Mancebón como las cumbres más destacadas de la zona, grandes bosques mixtos de castaños, avellanos, robles y hayas albergan buenas poblaciones de jabalíes, corzos, tejones, lobos, gatos monteses etc…



Bosque en otoño


Incluso en los últimos años el oso hace incursiones periódicas en la zona dejando rastros de su presencia en forma de colmenas comidas en los pueblos de La Cerezal o Besapié.



Truébanos


También es posible ver por la zona buitres y algún alimoche además de águilas culebreras y aguiluchos pálidos y cenizos. Hasta hace algunos años incluso fue posible ver u oír algún urogallo por la zona, conociéndose al menos un par de cantaderos, por desgracia ya desocupados.



Mulleiroso


Todo esto de momento.¿Por qué de momento?. Porque parece que, a la vista de la proliferación exagerada de parque eólicos en todo el occidente de la región, se ha previsto instalar en la zona al menos dos de estos parques. Si por lo menos fuesen energías alternativas de verdad y llevasen aparejado el cierre de, por ejemplo, alguna central térmica sería más comprensible, pero me temo que pedir esto es de ilusos, así que no va a quedar más que ajo y agua. Todo vale en nombre del desarrollo sostenible (de los bolsillos de unos pocos). Aprovecharemos mientras tanto para disfrutar de los paisajes de la zona, antes de que sean invadidos por los gigantes de acero. ¡¡¡Ay si Don Quijote levantara la cabeza!!!.