miércoles, 28 de diciembre de 2011

Gato montés

El dia antes de Nochebuena la mañana fue bastante soleada por aquí, por el suroccidente y aproveche para ver algunos bandos de mitos, carboneros y pinzones que se movían buscando comida por los robledales de la zona. Después de una pequeña parada para tomar un café, volví a coger el coche para dar una vuelta hasta una zona desde la que, en esta época, se puede ver algún venado pastando al sol. Al pasar al lado de un prado que queda algo más elevado que la carretera, pude ver durante un momento, la figura de un gato de gran tamaño que casi seguro se podía tratar de un gato montés (Felis silvestris).

Por suerte la carretera hacía una curva con un apartadero al lado en el que pude parar el coche quedando fuera de la vista del gato, y él de la mía. Como siempre cuando hace falta, la cámara nunca está preparada. Toca sacarla de la mochila (toda revuelta), cambiar el objetivo y rezar para que la batería este cargada; está a medias pero espero que aguante. Cierro despacio la puerta y bajo un poco por la carretera. El gato sigue allí y es un gato montés precioso. Seguramente está cazando ratones en el prado. Le tiro alguna foto hasta que se da cuenta de que estoy allí pero parece no inmutarse. Se queda tranquilo mirándome y me muevo despacio para intentar encontrar un encuadre sin hierbas que molesten, pero desde donde estoy es imposible es encontrar nada mejor. La reacción del gato fue aplastarse contra el suelo para intentar pasar desapercibido, sin quitarme la vista de encima.

Alguna foto más y vuelvo hacia el coche para rodear el prado y tener otro punto de vista más alto. Asomo por una pequeña loma pensando que el gato se habría ido pero seguía allí sentado al sol. Otra foto más y se levanto para dirigirse hacia el bosque donde aún pude verlo antes de perderse entre los árboles.

Los gatos monteses son unos bichos preciosos, destacando especialmente los machos, de un tamaño mayor que las hembras. En esta época del año tienen un pelaje más denso, lo que hace que presenten un aspecto aún más impresionante.

En otras ocasiones que tuve algún encuentro con otros individuos de la especie, su comportamiento fue parecido; Suelen aguantar un rato observándote muy quietos, moviendo únicamente en ocasiones la cola nerviosamente, para a continuación desaparecer en el bosque, con paso firme y seguro pero sin mucha prisa, como si dominaran la situación en todo momento.

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